El cepillo de dientes es la base de la higiene oral en el día a día. Si bien hay una gran variedad en el mercado, elegir un buen cepillo de dientes es fundamental para limpiar bien dientes y encías. Lo más recomendado es cepillarse los dientes un mínimo de dos veces al día y después de las comidas.
Pero sólo el cepillado puede ser insuficiente para eliminar todos los restos de comida y bacterias en la boca. Por ello, los odontólogos recomiendan completar el cepillado con el uso de un enjuague bucal y el hilo dental. De este modo se consigue una limpieza más profunda de la cavidad oral.
Características del cepillo de dientes
La primera recomendación a la hora de elegir un cepillo de dientes adecuado se refiere al material. Las púas del mismo deben ser de nylon y de puntas redondeadas, con el fin de no dañar el esmalte durante la limpieza.
Por esta misma razón y mientras el odontólogo no indique lo contrario, se aconseja elegir un cepillo “suave”, atendiendo a las diferentes niveles de dureza disponibles en el mercado. Los cepillos fuertes pueden dañar las encías y hacerlas sangrar.
La segunda elección se refiere al tipo de cepillo de dientes: ¿manual o eléctrico? Ambos pueden ser igual de eficaces, aunque estudios recientes han demostrado que los eléctricos pueden ser un poco más eficaces y efectivos a la hora de eliminar la placa.
Cuidado del cepillo de dientes
El mantenimiento del cepillo de dientes también es importante. Para evitar que se acumulen en él las bacterias, la limpieza y la conservación cuando no se usa deben seguir las siguientes pautas:
Limpieza: debe lavarse muy bien con agua después de cada uso y dejar que se seque al aire libre (la humedad facilita la acumulación de microorganismos), manteniéndolo vertical en un vaso o un portacepillos. En nuestra tienda online Athenadental puedes ver todos las unidad dental, rayos x dentales, micromotor, micromotor dental, los cuales facilitarán tu trabajo en tratamientos dentales.
No compartirlos: utilizar el cepillo de dientes de otra persona supone un riesgo de contraer cualquier tipo de infección. Hay que enseñar a los niños a no hacerlo.
Almacenamiento: mientras no se usan no deben guardarse en recipientes cerrados, ya que de este modo se mantiene la humedad y se facilita el crecimiento de las bacterias. Tampoco deben estar en contacto con otros cepillos de dientes.
Cambio de cepillo: cada tres meses hay que cambiar de cepillo (manual) o de cabezal (eléctrico). También debe cambiarse cuando las cerdas aparecen dobladas.
Es muy importante guardar el cepillo en unas condiciones óptimas, ya que se trata de un utensilio que está en contacto directo con nuestra boca varias veces al día. Para mantener su higiene se recomienda el uso de un cabezal externo. No obstante, los expertos recomiendan reemplazarlo cada tres meses. Sea manual o eléctrico, el cepillo de dientes tiende al desgaste y a la larga su efectividad es menor. Por ello se recomienda reemplazarlo por un cepillo de características sim